miércoles, 24 de octubre de 2012

La fusión emocional es curativa.

 
La vivencia del bebé amparado
El bebé llega al mundo físico trayendo noticias del mundo sutil, pero paradójicamente las puede transmitir sólo en la medida en que sus necesidades inmediatas del mundo físico se cumplan con precisión.
Es incapaz de sobrevivir en el mundo de la luz, sin ser asistido integralmente respecto a toda necesidad física y emocional. Así que ese cuerpito, que ni siquiera puede sostener su cabeza, pero que como herramienta de supervivencia cuenta con una enorme potencia para succionar el pecho materno, hace exactamente eso: Succiona. Luego, se va acostumbrando a los apabullantes ruidos y molestias de su enorme aparato digestivo que colman la mayoría de sus sensaciones físicas.
El bienestar o el malestar hacen toda la diferencia en este tiempo mágico de todo ser humano. Me atrevo a afirmar que éste es el momento en que se divide la humanidad: entre quienes han recibido resguardo, contención y contacto corporal..., y quienes no.
Los bebés, mientras permanecen en el útero materno, oyen los latidos del corazón de su madre, su voz, las voces de otras personas, los ruidos del entorno. Oyen los ruidos del cuerpo materno digiriendo la comida, riendo, hablando, cantando, respirando, y se van adaptando, de un modo similar a como lo han hecho nuestros antepasados durante millones de años. En el momento de nacer, además del impactante pasaje hacia la respiración a través de los pulmones que se llenan de aire, el bebé pasa también de un ambiente húmedo a uno seco, experimenta un descenso de la temperatura en el entorno, y además los sonidos ya no están amortiguados. Para colmo sufre un cambio radical en su postura: ya no está cabeza abajo, sino que estará acostado o con la cabeza más alta que el resto de su cuerpo. Pero en buenas condiciones, el bebé puede soportar e integrar estas nuevas sensaciones con serenidad y placer.
El bebé en este período es más sensible que conciente. En realidad, el bebé es conciente de su estado de bienestar. Si el bebé encuentra refugio y el cuerpo de su madre permanentemente disponible, el paso del tiempo no será una desventaja, como no lo era en la época intrauterina, ya que simplemente se siente bien. El bebé puede vivir en el “eterno ahora”, pegado al cuerpo de su madre, en un estado de beatitud.
El período inmediato después del nacimiento es la etapa que más impresiona en la constitución del ser humano. Aquello con lo que se encuentra será lo que luego sentirá que es la naturaleza de la vida. Al abandonar la más completa hospitalidad que ofrece el útero materno, necesita llegar a un solo lugar: los brazos de su madre. Durante millones de años los bebés recién nacidos han mantenido un estrechísimo contacto corporal con sus madres. Y aunque en los últimos siglos los bebés están siendo privados de esta invalorable experiencia, cada nuevo bebé que nace espera encontrarse en ese mismo lugar.
El bebé que se reconforta sencillamente en el cuerpo de su madre o de otro ser humano que lo ampara, continúa en armonía y no pierde el contacto con su más allá interior.
Es verdad que no basta con acunarlo y sostenerlo físicamente. Sabemos que el niño nace dentro de la fusión emocional con su madre trayendo toda la información de su sombra. Es decir, de lo que la madre no conoce de sí misma. Y lo va a manifestar a través de señales de bebé, generalmente poco comprensibles para el lenguaje adulto. En realidad, las personas grandes no nos hemos dedicado mucho a aprender este lenguaje, restándole importancia a uno de los idiomas más hablados del planeta. Así que sin un buen diccionario a mano, estaremos perdidos con un niño en casa.
Cuando lo que el niño trae es manifestación indescifrable de la sombra de su madre, es posible que el pecho no alcance, ni la paciencia ni la dedicación. Pero no significa que no lo siga necesitando. Sino que necesita algo más: liberarse de la sombra de la madre.
Lo que consuela dulcemente al niño son las palabras llenas de sentido que la madre pronuncia explicando con claridad qué es lo que ha comprendido de sí misma a partir de sus mensajes. Entonces el confort es total, las palabras suenan finas y delicadas y se instala la seguridad interior.
El niño amparado y fusionado sabe que obtendrá lo que necesita. Esa es su experiencia cotidiana, que se repite a cada instante y que conforma una rutina sin sobresaltos. La seguridad interior se establece y posiblemente ya no se mueva nunca más de las entrañas de ese ser. Sentirse seguro, amado, tenido en cuenta, estable y con total confianza en sí mismo y en los demás...es obviamente el tesoro más preciado para el despliegue de su vida futura.
La vivencia del bebé desamparado
Lamentablemente la mayoría de los bebés humanos –amados- no reciben incondicionalmente lo que piden, porque siempre hay un adulto cerca para no estar de acuerdo y para tener una opinión al respecto.
Generalmente se trata de las mismas madres amorosas que entramos en contradicción con nuestros propios pensamientos. El asunto es que no es un período para pensar. Es un período para entrar en fusión emocional. No hay que buscar razones, ni elegir concienzudamente la mejor opción. No hay reglas a seguir ni consejos aplicables. En estos casos los niños quedan prisioneros de lógicas incomprensibles, alejados de los brazos de sus madres y solos.
No estamos dispuestos a hacerles caso a los bebés, que unánimemente explican una y otra vez a través de sus interminables y prístinos llantos, dónde está su lugar. El bebé que no está en contacto con el cuerpo de su madre, experimenta un inhóspito universo vacío que lo va alejando de su anhelo de bienestar que traía consigo desde el período en que vivía dentro del vientre amoroso de su madre. El bebé recién nacido no está preparado para un salto a la nada: a una cuna sin movimiento, sin olor, sin sonido, sin sensación de vida. Esta violenta separación de la díada causa más sufrimientos de lo que podemos imaginar y establece un sin sentido en el vínculo madre-niño. Cuando las expectativas naturales que traía el pequeño son traicionadas, aparece el desencanto, junto al miedo de ser nuevamente herido. Y después de muchas experiencias similares, brota algo tan doloroso para el alma como es la resignación.
Cuando ese ser tan pequeñito no se siente valioso ni bienvenido, se convertirá necesariamente en un ser humano sin confianza, sin espontaneidad y sin arraigo emocional. Todos los bebés son valiosos, pero sólo pueden saberlo por el modo en que son tratados. En los países “desarrollados”, las madres compramos libros sobre cómo dejarlos llorar hasta que se duerman y cómo abandonarlos en el vacío emocional sin siquiera tocarlos. Las madres jóvenes desconfiamos de nuestra capacidad innata de criar a nuestros hijos, y desoímos los “motivos” que tienen los bebés para transmitir señales que son inconfundiblemente claras.
La idea básica alrededor de esta moda estima que satisfacer las necesidades de un bebé los convierte en “malcriados”, aunque paradójicamente, obtenemos una y otra vez el resultado opuesto al esperado, es decir, bebés cada vez más necesitados o “demandantes”.
Cuando a la noche el niño está solo sin percibir ningún movimiento, el “tiempo” aparece como un hecho doloroso y desgarrador si la madre no acude, a diferencia de las vivencias pretéritas dentro del útero donde toda necesidad era satisfecha instantáneamente. Ahora la espera, duele. Sólo le resta llorar hasta dormirse. Y desplegar su ser envuelto en miedo, desconfianza, rabia, soledad y dolor.
Cómo sanar la falta de fusión emocional
Estando dispuestos a ofrecer toda nuestra capacidad de estar a favor del otro, porque nunca es demasiado tarde. Si un niño de tres años pide que su mamá lo alce en brazos, es porque lo necesita. Si ya no es “adecuado” a su edad, no importa, aparentemente lo sigue necesitando, tal vez no lo obtuvo suficientemente cuando era aún más pequeño. A lo largo de toda la infancia, es decir hasta los catorce o quince años, los niños son capaces de reclamar lo que precisan. Generalmente requieren presencia, caricias, cercanía con el cuerpo de sus padres, mirada, atención y dedicación. Eso es todo. Es muy simple.
Si un niño de ocho años llora porque no quiere quedarse solo en la escuela, es lo que le hace falta. Merece alguien de su confianza que lo acompañe. Tal vez no estuvo suficientemente acompañado en el pasado.
Nadie pide lo que no necesita. A medida que pasan los años, esas necesidades no satisfechas siguen operando con la misma intensidad que en sus comienzos. Pero los adultos estamos cada vez menos dispuestos a comprender los mensajes, sobre todo repitiendo la frase “ya eres grande”. O la de peor categoría: “eso es una regresión”.
Sin embargo, cuando devenimos adultos, exploramos diversos caminos de sanación, y en todos ellos, la consigna es “regresar”. Todas las terapias, y sistemas de búsqueda personal están basados en la capacidad de regresar a los lugares que quedaron vacíos de afecto y de cobijo. La experiencia de recordar las vidas pasadas, el propio nacimiento en esta vida, las vivencias de la primera infancia, más todas las técnicas de respiración y de meditación, las técnicas corporales de todo tipo, la astrología, las técnicas de adivinación y todas las estrategias intelectuales desde Freud hasta la fecha; suman casi todo el abanico de modalidades al alcance de los adultos que desean comprenderse un poco más. Utilizando cualquiera de ellas, necesitamos regresar. Porque regresar es entrar una vez más en fusión emocional. La fusión emocional, cura. La fusión emocional, sana.
 
 
 
                                                                                            Laura Gutman.

miércoles, 17 de octubre de 2012

No da igual la forma en la que venimos a este mundo.


Por Julie Gentile
 
 
 
 
 
 
 
Antes de PROGRAMAR tu cesárea, ¿te informaste de los riesgos que conlleva?
El bebe segrega oxitocina y desencadena el parto, si programas la cesárea, el bebe puede no estar listo para nacer.
 Y dado que sus pulmones son lo ultimo que se desarrolla, aumenta el riesgo de tener un niño con dificultades respiratorias de por vida.
La fecha PROBABLE de parto es eso, probable, mas/menos 2 semanas.
La lactancia puede ser mas difícil de establecer. De todas maneras, se puede y se debe intentar amamantar, puesto que todos los bebes se benefician de la leche materna, y mucho mas los nacidos antes de tiempo.
El bebe obtiene muchos beneficios de su pasaje por el canal de parto:
Primero, se entera de que va a nacer, es un participante activo de su nacimiento (mucho mas si la mujer no recibe anestesia alguna)
Al pasar por el canal de parto, su piel recibe un masaje que permite que sus pulmones segreguen surfactante (una sustancia que facilita la expansión pulmonar en su máximo potencial al ser utilizados por primera vez).
El bebe coloniza las bacterias de la vagina de la madre, teniendo su primera gran inmunización (la segunda es cuando es apoyado en el pecho de la madre y coloniza las de la piel, y la tercera es cuando toma el calostro, NO cuando le inyectan la vitamina k ni la vacuna contra la hepatitis b)
La madre segrega un coctel de hormonas que favorecen y permiten el imprinting o apego inmediatamente después del parto. Este coctel no se segrega en los partos medical izados o las cesáreas.
 El bebe también segrega noradrenalina, lo que le permite grabar para siempre en su memoria sensorial y emocional la cara y olor de su mamá. Y si mama, la lactancia se ve facilitada.
Ambos, mamá y bebe segregan oxitocina, la hormona del amor, la que nos permite desarrollar nuestra capacidad de amar, de amarnos a nosotros mismos, a los otros, al planeta. ¿Te lo vas a perder??
Además la cesárea, no olvidemos, es una cirugía, lo que aumenta los riesgos respecto de un parto fisiológico. Si es necesaria, es una maravillosa operación que puede salvar vidas, pero si no lo es, estamos sometiendo a nuestros hijos y a nosotras mismas a mayores riesgos.
 La anestesia tiene sus riesgos, la sutura, la posibilidad de infecciones en la herida, los dolores en la recuperación y cicatrización, y ni hablar de la herida emocional. Una cesárea predispone todo el futuro obstétrico de la mujer, sus próximos embarazos y partos, así como los cuidados que podrá prodigarles a sus hijos.
No da igual la forma en la que venimos a este mundo.

martes, 2 de octubre de 2012

10 RAZONES PARA NO CORTAR EL CORDÓN UMBILICAL


 
 
 
 
 
 
(basado en TOP TEN TIPS for Cord Camping por Sarah Buckley)

1-Beneficios respiratorios para el bebé: la sangre que llega la bebé es rica en eritrocitos (células rojas) que aportan un nivel de oxígeno idóneo para los tejidos del bebé. Un nivel alto de oxígeno en sangre y tejidos promueve el inicio de una respiración espontánea, puesto que los capilares pulmonares se llenan, causando una erección en los alvéolos para facilitar que la primera toma de aire sea efectiva.

2-Ayuda a una transición fácil: Si al bebé le costara respirar al inicio, ese oxígeno extra es como un sistema de apoyo. El cambio de respiración umbilical a respiración pulmonar está diseñado para que sea paulatino, mientras la placenta empieza a desprenderse poco a poco, la respiración se vuelve más eficaz (Buckley, 2009)

3- Beneficios de reanimación: El oxígeno y el volumen sanguíneo que recibe el bebé es muy valioso, especialmente para bebés comprometidos, sin embargo se suele cortar rápidamente el cordón para reanimar. Las reanimaciones con el cordón intacto tienen el respaldo del oxígeno extra que le llega la bebé…y lo comprometen menos (Weeks, 2007)

4-Aporte de hierro: el hierro que esta sangre aporta al bebé le da una protección de seis meses contra la anemia ferropénica (van Rheenen y Brabin, 2004; Hutton, 2007). Esto ha hecho que en muchos centros hospitalarios de otros países se cambie radicalmente las prácticas de pinzar y cortar el cordón.

5- Beneficios de la ictericia fisiológica: como la sangre que proviene de la placenta es rica en celular rojas hay un riesgo incrementado de ictericia fisiológica, porque el exceso de células rojas produce que éstas se deterioren, se rompan y uno de los productos de desecho que sale de este proceso es la bilirrubina, que en exceso produce ictericia. Sin embargo, es probablemente adaptativo ya que la bilirrubina aporta protección contra la oxidación y los radicales libres presentes por el gran nivel de oxigeno presente (Buckley 2011).

6-Privación de la sangre: el volumen sanguíneo del bebé es directamente proporcional a su peso, pero aproximadamente unos 350ml, o algo menos de 500ml si pesara 4kg . En estudios donde se ha medido la cantidad de sangre que pasa al bebé por el cordón umbilical después del nacimiento se ha visto que puede ser entre 50ml hasta 150ml , lo cual es entre un cuarto y la mitad del volumen total de sangre del bebé. Esto además promueve que la sangre vaya hacia la médula del bebé transformándose en varios tipos de células distintas. “La evidencia dice que el mejor banco de sangre para la sangre del bebé es el cordón umbilical” (Diaz-Rosselló, 2006; Weeks, 2007; Farrar et al 2010). Cuando se dona la sangre del cordón se está privando al bebé de esta sangre, y no ofrece ningún beneficio para el bebé (Sullivan, 2008; Buckley, 2009). ¿Nos sorprenderíamos si alguien estuviera aletargado después de haber perdido un cuarto o la mitad de su volumen sanguíneo?

7-La sensibilidad del bebé: ¿creemos realmente que el bebé no se da cuenta de la privación que sufre al nacer cuando se corta el cordón antes de que deje de latir siendo ésta su primera experiencia en el mundo externo? ¿Porqué no tomamos las experiencias de los bebés como algo importante? Hace pocas décadas se creía que los bebés no sentían dolor y si necesitaban ser operados se hacia sin anestesia…. ¿De verdad creemos que el bebé no siente esa pérdida de sangre y de energía, y no la relaciona con el inicio de su existencia en el mundo extra-uterino?

8-Si todos los tejidos están bien oxigenados y perfundidos, el cerebro también! Si hay mala perfusión, la falta de sangre puede contribuir a parálisis cerebral e incluso autismo (Morley, 1998)

9-Beneficios mamíferos: Ningún mamífero corta o muerde el cordón antes de haber alumbrado la placenta!! De manera que es el bebé el que regula su volumen sanguíneo final. La placenta tiene menos sangre y es más pequeña y fácil de alumbrar si la sangre ha llegado al bebé, con lo cual el alumbramiento de la placenta es más corto (Soltani et al , 2005).

10: Beneficios mamá-bebé: si no se toca el cordón no se interrumpe el vínculo que se está construyendo entre madre y bebé por lo menos por una hora, un tiempo excepcional e irrecuperable. La gran cantidad de hormonas generadas en estos momentos si se respeta le silencio y su intimidad, permiten facilitar el inicio de una lactancia exitosa.

REFERENCIAS:

Buckley, S. (2009) Gentle birth, gentle mothering. New York: Celestial Arts.

Buckley, S. (2011) Top Ten tips for cord clamping. Essentially Midirs. 2 (10), p. 27-31.

Diaz-Rossello, JL (2006) Cord clamping for stem cell donation: medical facts and ethics. Neoreviews, 7 (11), p.557-563.

Farrar, D., Airey, R., Law, GR., et al (2010) Measuring placental transfusion for term births: weighing babies with cord intact. British Journal of Obtetrics and Gynaecology, 118 (1), p. 70-75.

Hutton, EK., Hassan, ES. (2007) Late vs early clamping of the umbilical cord in full-term neonates: systematic review and meta-analysis of Controlled Trials. JAMA, 297 (11), p.1241-1252.

Morley, GM. (1998) Cord closure: can hasty clamping injure the newborn? OBG Management. July, p.29-36.

Soltani, H., Dickinson, F. and Sumonds, I. (2005) Placental cord drainage after spontaneous vaginal delivery as part of the management of the third stage of labour. Cochrane Database of Systematic reviews, 4.

Sullivan, MJ (2008) Banking on cord blood stem cells. Nature Reviews. Cancer, 8 (7), p.555-563.

van Rheenen, P., Brabin, BJ. (2004) Late umbilical cord-clamping as an intervention for reducing iron deficiency anaemia in term infants in developing and industrialised countries: a systematic review. Annals of Tropical Paediatrics, 24 (1), p. 3-16.

Weeks, A. (2007) Umbilical Cord Clamping after birth. British Medical Journal, 333 (7615), p. 312-313.